Blog > Cómo curar una herida en el ojo de un perro
Curar una herida en el ojo de tu perro es delicado, ya que los ojos son muy sensibles y cualquier herida, si no se trata adecuadamente puede complicarse.
Si la herida de tu perro está cerca del ojo pero no afecta directamente el globo ocular, puedes seguir estos consejos para tratar de evitar infecciones y promover una correcta cicatrización:
Limpia de la zona afectada: lo primero que debes hacer es limpiar la herida suavemente. Usa suero fisiológico o agua templada para eliminar cualquier rastro de suciedad de la zona. Usa una gasa estéril, evita usar de algodón, ya que este podría dejar residuos que causan irritación.
Aplica un antiséptico: cuando hayas limpiado la herida, puedes aplicar un antiséptico como clorhexidina. Asegúrate de que no entre en contacto directo con el ojo, ya que podría causar una irritación severa.
Protección: vigila la evolución de la herida todos los días. Si la herida se encuentra en un lugar donde el perro puede alcanzarla, coloca un collar isabelino para evitar que se rasque o se lama, ya que podría empeorar la lesión.
Consulta al veterinario: si notas signos de infección, enrojecimiento, hinchazón, pus o si el perro muestra dolor, acude al veterinario de inmediato. Las heridas en áreas cercanas al ojo pueden complicarse, por lo que debes controlarla varias veces al día.
Las heridas en el interior del ojo son mucho más serias y requieren atención veterinaria inmediata. En estos casos es importante:
Hacer un reconocimiento de la gravedad de la herida: los arañazos profundos, golpes o la presencia de cuerpos extraños en el ojo pueden provocar daños en la córnea o el globo ocular. Si el perro tiene sangre en el ojo, lo tiene hinchado o notas un cambio en el color del ojo, lleva al perro al veterinario cuanto antes.
Extracción de cuerpos extraños: si el perro tiene un objeto extraño en el ojo no intentes retirarlo con tus manos. Vierte abundante suero fisiológico o agua limpia en el ojo, y si el objeto no desaparece, acude al veterinario. Manipular mal el ojo podría causar más daño.
Tratamiento profesional: solo un veterinario está capacitado para diagnosticar y tratar las heridas oculares internas. Puede que el veterinario te recete colirios, pomadas antibióticas u otros medicamentos indicados para la salud ocular de los perros.
Los traumatismos en el ojo del perro pueden provocar lesiones graves como úlceras. Estas lesiones con dolorosas, y si no se trata a tiempo puede poner en riesgo la visión del perro e provocar la pérdida del ojo.
Úlceras corneales: las úlceras se presentan como una opacidad en la córnea que se puede ver como una mancha blanca o azulada. El ojo también puede estar visiblemente inflamado y lagrimar constantemente.
Tratamiento: ante la sospecha de que pueda existir una úlcera corneal, no intentes tratarla por tu cuenta. Un veterinario debe hacer un diagnóstico y si es necesario prescribir un tratamiento que puede incluir medicamentos o cirugía en casos más graves.
Las heridas en el párpado son comunes y pueden revestir gravedad.
Evaluación de la herida: si la herida es superficial, puedes limpiarla con suero fisiológico y observar cómo evoluciona. Si la lesión es profunda, o si el párpado está desgarrado, un veterinario debe evaluarlo para evitar complicaciones como infecciones o problemas de cicatrización.
Prevención de infecciones: dado que el párpado está en contacto constante con el ojo, debes ser muy cuidadoso con los productos que usas. Evita cualquier producto que pueda entrar en contacto con el globo ocular a menos que esté específicamente indicado por el veterinario.
Las heridas en los ojos de los perros deben tomarse con seriedad para evitar que se conviertan en lesiones más graves. Aunque algunos cuidados iniciales pueden hacerse en casa, cualquier señal de complicación o herida dentro del ojo requiere atención inmediata por parte de un veterinario. Mantener un botiquín básico y estar atento a signos de infección son medidas esenciales para asegurar la salud ocular de tu perro.
La prevención, la observación cuidadosa y la intervención temprana son clave para tratar adecuadamente las heridas en los ojos de los perros. Consulta siempre a un veterinario para evitar que la lesión derive en algo más grave para tu mascota.